Acerca de mí

Nací en 1965 en el País de Nomeacuerdo*. Sin embargo, mi infancia y su memoria están en mí junto con mi adolescencia. Busco en ellas y encuentro a todos mis seres querides y amigues, a mi colegio, a mi perro Matute y mi loro Pinino, a mis vecines, los juegos en la vereda y las calles de adoquines, el vestido de sevillana que me hizo mi mamá, las castañuelas que nunca tuve, los títeres, la sonrisa y el guiño de Goyeneche cruzándomelo frente a la calesita del Parque Saavedra, a mi papá regresando del trabajo. Huele a verano con aromas de paraísos en flor y jazmines del país, tiene sabor a cocina italiana casera, mate, chocolate Jack y helado de dulce de leche. Hay caricias y besos, y muchas preguntas. Hay respuestas mágicas y amorosas, y astronautas en la luna. Resuenan las risas, las voces de mis abueles, mi tía Ada y María Elena Walsh junto a las marchas militares que van ganando terreno. Adentro de casa parece haber alegría. Afuera intuyo miedo y silencio. Hay luz y oscuridad. Hay felicidad y dolor. Hay libros y libros y más libros, muchos libros, y discos, muchos discos: cuentos, poesías, canciones están allí. Todo está allí a mano para cuando lo necesito. La luz y la felicidad para seguir adelante. El miedo y el dolor para no olvidar.

No podría vivir sin Poesía porque es el aire, la palabra y el silencio que necesito para respirar la vida.

Amo la literatura y las artes visuales.

Me interesan la historia y la política.

Siento una particular fascinación por la mitología, la astrología y el tarot. Mi Sol está en Acuario. Mi memoria, en Libra.

Me gusta especialmente caminar al lado del mar, contemplar la luna, amasar pan y cocinar para las personas que amo.

Me considero husihuilke por elección.

¿Mi lugar en el mundo? La casa de Vieja Kush en el Bosque de Los Confines.

Si prefieren una presentación algo más formal, los invito a hacer clic AQUÍ.

Alejandra Moglia

*en referencia a El País de Nomeacuerdo, de María Elena Walsh