«El eco de mis muertes», de Santiago Caruso

El 14 de diciembre, a las 19 hs., se inaugurará la exposición El eco de mis muertes del artista Santiago Caruso en Moebius Liceo.

El autor presentará una serie de acuarelas realizadas sobre la poesía de Alejandra Pizarnik, además de  otros trabajos personales. 

Habrá originales e impresiones giclée seriadas y firmadas a la venta.

FUENTE: Santiago Caruso. Blog

Finalizó la exposición homenaje a Pizarnik en el Larreta

Finalizó la exposición homenaje a Alejandra Pizarnik, “La palabra del deseo”, en el Museo Larreta, que se hizo con motivo de cumplirse este año –el 25 de septiembre- los cuarenta años de la muerte de nuestra adorada poeta.

Dicha exposición se inauguró el 3 de mayo pasado y su duración estaba programada hasta el 27 de ese mes. Sin embargo, la gran afluencia de público y la repercusión que generó hicieron que se extendiera hasta el 10 de junio, es decir hoy.

En La palabra del deseo se puso a nuestro alcance, por un lado, una muestra de objetos pertenecientes a Pizarnik, a sus amigos y familiares, aquello que la acompañó íntimamente durante su vida y formó parte ella: sus máquinas de escribir, sus lentes, cartas, cuadernos, dibujos, libros, fotos, textos subrayados. Por otro lado, la presentación de dos series de obras del artista visual Santiago Caruso: los originales de La Condesa Sangrienta, ilustraciones que forman parte de la edición publicada por Libros del Zorro Rojo, y El eco de mis muertes, acuarelas inspiradas en la obra poética de Pizarnik.

Fernando Noy tuvo a cargo la inauguración de este gran homenaje, performance en la que interpretó poemas y leyó El espejo de la melancolía, de La Condesa Sangrienta.

Se hicieron una serie de charlas que permitieron abordar la vida y la obra de Alejandra desde diversos aspectos. Participaron de las mismas Fernando Noy, Mariana Enríquez, Cristina Piña, Ivonne Bordelois, Ana Becciú, Silvia Hopenhayn y María Negroni.

También se han exhibido los documentales: Memoria Iluminada, de Virna Molina y Ernesto Ardito y Vértigos o contemplación de algo que cae. Un film sobre la poesía de Alejandra Pizarnik.

Hubo, además, tres jornadas en las que se realizaron visitas guiadas y Santiago Caruso firmó ejemplares de La Condesa Sangrienta.

En relación a la obra de Caruso dice Ernesto Schoo:

«Santiago Caruso evoca con minuciosas y exactas pesadillas gráficas, los textos de Alejandra Pizarnik sobre la llamada “condesa sangrienta”. La fusión de palabras e imágenes alcanza aquí una perfección fuera de lo habitual: es realmente un mundo crepuscular, atroz, habitado por los monstruos que nos aterran desde la infancia, cuando sospechamos que las sombras del anochecer ocultan algo más que tinieblas, e imaginamos que algo siniestro nos acecha debajo de la cama, o entre los pliegues del cortinado. Aquí está todo el catálogo de las perversiones, revestidas con el poder de la poesía, que viste de belleza (como el Apocalipsis de Durero, como las visiones del Infierno en las miniaturas medievales) el horror del lado nocturno de la condición humana.»

En lo personal, el texto de La Condesa Sangrienta de Pizarnik lo había leído por primera vez en la Prosa Completa. Luego, no hace mucho tiempo, compré la edición ilustrada por Caruso y allí, como señala Shoo,  esa fusión entre palabras e imágenes alcanzan una perfección fuera de lo común, haciéndose carne en la cita de Sartre, con la que la Alejandra inicia el relato: “El criminal no hace la belleza; él mismo es la auténtica belleza”. Ilustraciones en tonos de rojo, blanco y negro encarnan el horror y cobijan las palabras de Pizarnik, hundiéndonos en el terror y las sombras, mundo de perversión y atrocidad en donde lo  macabro se funde con el erotismo y la poesía.

El eco de mis muertes está basada en la obra poética de Pizarnik. Cada una de las obras está acompañada de los versos seleccionados por Caruso. Encontramos a la niña pájaro, a niñas atormentadas por sus monstruos, por la  infancia, sus miedos, sus terrores. La serie finaliza con una obra en la que se hace presente ese jardín buscado por Alejandra y para Caruso éste sería un jardín en decadencia o en el inicio que en cierta forma también ha sido inspirado por El Bosco, artista que Alejandra admiraba.

El Museo Larreta tiene un jardín muy bello. ¿Qué jardín se encuentra luego de ver la muestra? ¿Qué jardín llevamos dentro?

Fui varias veces al Museo pero hubo un día en que elegí ir a una hora en la que sabía que habría muy poca gente o nadie –sólo por la hora elegida- y fue así. Estuve sola en el museo, recorrí nuevamente la muestra desde otro lugar diferente, pedí permiso para sacar algunas fotos –que salieron mal porque la energía en una muestra de estas características está puesta en otro lado, en la atmósfera pizarnikiana que invadía el Museo, en el surrealismo, en las voces que me embriagaban, en la poesía que respiraba, porque se respiraba a Alejandra- y luego de ver la serie El eco de mis muertes fui al jardín del museo. Salí de ese jardín en el inicio pintado por Caruso para adentrarme en un jardín como el de Alicia, completamente onírico, surrealista,  bello, pero muy extraño, tan hermoso y a la vez sumamente inquietante y perturbador.

Dice Ricardo Valerga, del Museo de Arte Español Enrique Larreta 

En 1960, Alejandra Pizarnik le confiaba a su Diario: “Y el sábado vino una voz que me dijo: Tú nunca morirás…” Moderna Juana de Arco, la “cantora nocturna”, la “pequeña viajera” o el “ángel harapiento” -como le gustaba llamarse- nos ha dejado una obra única e imprescindible. Había nacido en Buenos Aires en 1936; falleció en esta misma ciudad en 1972, hace cuarenta años. “La poesía es el lugar donde todo sucede”, afirmó Alejandra; también, en un texto sobre Antonin Artaud, señaló a los poetas que “tienen en común el haber anulado -o querido anular- la distancia que la sociedad obliga a establecer entre la poesía y la vida”. Ella se abocó también a esa tarea.

Sus versos fulgurantes, le restituyen a la palabra su antiguo poder transfigurador. Es por eso que tras su lectura, ya no seremos los mismos.

No somos los mismos tras su lectura, tras sus muchas voces que resuenan en nosotros, tras este homenaje que fue tan necesario como imprescindible. Un gran homenaje que nos ha permitido encontrarnos plenamente con Alejandra y, a través de los objetos expuestos, de la obra impresionante de Caruso, de las personalidades –no sólo tan destacadas sino tan cercanas a ella- sumergirnos en su mundo, en el surrealismo, en poetas maravillosos, en todo lo que ella ha hecho y ha sufrido por la poesía, por el lenguaje. Un mundo del cual decidió partir y en el que está cada vez más presente porque la necesitamos, porque nos marca a fuego, porque nos transforma, un mundo que sigue esperando ser salvado por el lenguaje, porque –citando a Ana Becciú– “nadie decía como ella eso que apenas si se oye entre nosotros, o dentro de nosotros, nadie decía como ella nosotros”. ◘Alejandra Moglia

Trailer de la exposición

Video que hice en forma casera, con algunas de las imágenes que tomé de la exposición

Folleto que se entrega en la muestra

Algunas de las fotos que saqué en el Museo

Fragmento de una de las obras de Santiago Caruso perteneciente a la serie de originales de La Condesa Sangrienta.

Obra de Santiago Caruso, perteneciente a la serie El Eco de mis Muertes
Fragmento de una de las obras de Santiago Caruso, perteneciente a la serie El Eco de mis Muertes

Toda la información del Homenaje a Pizarnik en el blog de Santiado Caruso

Y en el blog 5.1 megapixels han publicado algunas fotos de muy buena resolución.

 

Cartografías poéticas de la memoria – Muestra colectiva

Cartografías poéticas de la memoria es una coproducción del Centro Cultural Haroldo Conti y la Cooperativa Artística Nmente de España.

Esta muestra colectiva se inauguró el 8 de marzo y estará abierta al público hasta el 6 de mayo en las salas 2 y 3 del Conti.

Artistas: Carolina Andreetti, Elsa Fernández Van Trier, Grupo de Arte Callejero (GAC), Marta de Gonzalo y Publio Pérez Prieto, Joseph Gordillo, Julieta Hanono, Mónica Herrera, Ana Navarrete, Graciela Sacco y Virginia Villaplana.

Curadores: Gabriela Bettini, Andrés Labaké, Cristina Ramos y Bárbara Tardón

Cartografías poéticas de la memoria

En el amplio espacio de las producciones y las reflexiones (poéticas y críticas) sobre la memoria, el presente enfoque curatorial intenta acercarnos a ciertas prácticas artísticas en las artes visuales que abordan la problematización ética y estética de la construcción de una memoria colectiva en contextos y sociedades post dictatoriales.

La muestra incluye la puesta en diálogo de diversas operatorias y conceptualizaciones que ensaya sobre el tema un grupo de artistas de España y Argentina. Escenario que se enriquece con los variados abordajes que éstos plantean sobre la recuperación (construcción) de una memoria histórica particular a cada país. Propuestas en las que encontramos sobre los heterogéneos tratamientos, posicionamientos políticos y singularidades formales, una coincidencia en la concepción de estas reflexiones y prácticas poéticas como herramientas o vehículos de defensa y promoción de los derechos humanos en nuestras sociedades actuales. Algo que podríamos enunciar como una memoria activa que aporte acción y sustento a la construcción comunitaria de un presente y un futuro inclusivos, en un marco de justicia y solidaridad.

Esta manera de entender y proponer un desarrollo artístico (político y social) contra el olvido, donde la memoria es parte fundamental para re pensar la sociedad, tal vez sea el camino posible y necesario para recuperar la invención y proyección de un futuro.

El espacio de la memoria es un espacio político en el que se debaten, a través del lenguaje poético y simbólico del arte, diversas -en ocasiones enfrentadas- significaciones. La subjetividad es una construcción colectiva.

Andrés Labaké
Artista visual
Coordinador Área de Artes Visuales del CCM Haroldo Conti

FUENTE

Cartografías poéticas de la memoria. En: Centro Cultural Haroldo Conti.

Los escritos de una guerra, de Diego Ezequiel Pogonza

El pasado 1º de diciembre se inauguró la muestra Los escritos de una guerra, del artista plástico Diego Ezequiel Pogonza. La misma se extiende hasta el 22 de enero en la Sala 4  del Centro Cultural de la Memoria Haroldo Conti y puede visitarse de martes a viernes de 12 a 21 hs., y sábados, domingos y feriados de 11 a 21 hs.

La entrada es gratuita.

VER:

BAIn 2011: Primera Muestra de Cine Buenos Aires Indígena

bain

Desde hoy y hasta el 23 de este mes se está desarrollando en Buenos Aires la Primera Muestra de Cine Buenos Aires Indígena – BAIn 2011. Esta muestra forma parte de un proyecto más amplio que integran, también, el Festival de Cine de los Pueblos Indígenas realizado en Chaco y el Festival Nacional de Cine Indígena que se hizo en Neuquén.

Durante estos tres días se proyectarán 15 películas que incluyen documentales, cortos y largometrajes. Además se desarrollarán charlas de debate.

En la conferencia de prensa realizada el pasado miércoles los organizadores de la muestra señalaron

Tratamos de contribuir a la reflexión y discusión sobre la función del cine en la creación de imágenes negativas de los Pueblos Originarios. Además creemos que la muestra alentará el potencial del audiovisual para transmitir la riqueza de las culturas y de los procesos políticos que vienen protagonizando. (Fuente: Tiempo Argentino).

Tiempo Argentino habló con Laura Zalazar, Francisca Cabral y Hernán Scandizza, organizadores de la muestra y pertenecientes a la organización Territorio Querandí. Ellos manifestaron que

Buenos Aires es territorio querandi, es decir, territorio que aún hoy les pertenece a los indígenas. Aún sigue siendo de ellos este territorio, por más que Buenos Aires pose de europea. Las migraciones recientes evocan ese pasado, y de estos nuevos migrantes es también esta Buenos Aires.

Al respecto de esta muestra el actor Juan Palomino señaló

Cuando me invitaron a participar recordé la forma en que se ha retratado a estos hermanos. Siempre como si fueran villanos, siempre como salvajes. Y eso evidentemente ha tenido que ver con la estructura de los medios de comunicación. Por eso hoy, que tenemos una nueva ley, me parece oportuno venir a investigar todas estas miradas que se van a dar cita aquí (En: Página/12 – Rosario/12)

Mientras que Francisca Cabral destacó:

Todos somos de pueblos diferentes pero aquí estamos para ver qué es lo que tiene ganas de compartir cada uno.

BAIn cuenta con el apoyo de la Dirección de Cine y Espacio Audiovisual del Instituto de Cultura de la Provincia de Chaco; el Centro de Comunicación Mapuche KONA de Neuquén; el Centro de Formación y Realización Cinematográfica (Cefrec) de Bolivia y la Asociación Apatapelá, de Francia.

La muestra se inicia a las 15 hs. con la proyección de Runa Kuti, un documental coproducido por Colombia y España.

Programa de la muestra

Lunes 21

15:00 h – Runa Kuti (Paola Castaño Londoño)
15.45 h – Cuerpo a cuerpo (Jose Ronaldo)
16:05 h – Venciendo el miedo (Producción colectiva)
17:10 h – La Nación Oculta en el Meteorito (Juan Carlos Martínez)
18:00 h – Octubre Pilagá

Martes 22

15:00 h – Soy Defensor de la Selva (Eriberto Guilinga Montalvo)
15:30 h – El Grito de la Selva (Producción colectiva)
17:30 h – Buscando el Azul (Fernando Valdivia Gómez)
18:30 h – El Grito de Lanín (Centro de Comunicación Mapuche Kona Producciones)

Miércoles 23

15:00 h – Antilef. La Caída del Sol (Francisco Huichaqueo)
15:45 h – Cholita Paceña (Producción colectiva)
16:15 h – No nos boten, queremos votar (Mamani-Zalazar)
16:45 h – Pieles rojas, acción de gracias y guiso de perros (Drew Hyden Taylor)
18:00 h – El País de los pueblos sin dueños (Tejidos de Comunicación)

FUENTES

«Los siete locos» de Roberto Arlt en una exposición de xilopinturas de Iglesias Brickles

El pasado 8 de noviembre se inauguró una exposición de xilopinturas de Eduardo Iglesias Brickles inspirada en los personajes y escenarios de Los siete locos de Roberto Arlt.

Bajo la mirada de Iglesias Brickles podrán verse imágenes de Erdosain, El Astrólogo, el Rufián Melancólico, Hipólita y La Coja, entre otros.

La muestra es presentada por la Fundación Alon para las Artes.

Dice el artista:

La ilustración de los textos de Arlt es lo más ajeno a mis propósitos. Para mí, el objetivo de máxima sería capturar unos grados de la densidad de esa atmósfera de perdedores desquiciados, que deambulan por esa Buenos Aires de 1930. Allí están esos recorridos que van de Temperley a Constitución y de Once a Ramos Mejía. Aquellos pensamientos delirantes de Erdosain en las calles del Barrio Norte, su merodeo por tugurios, estaciones de ferrocarril o concurriendo a las oscuras cantinas de la Calle Sarmiento.» (En: Panorama).

La exposición estará abierta hasta el 30 de diciembre, de lunes a viernes de 12 a 18 hs., en la Fundación Alon para las Artes sito en Viamonte 1485, piso 10, Ciudad de Buenos Aires.

FUENTE

En exposición: Eduardo Iglesias Brickles ilustra “Los 7 locos”. En Fundación Alon para las Artes.

Madre y niño, de Oswaldo Guayasamin

Mi madre era una verdadera poesía, estaba siempre en gestación, tocaba la guitarra y cantaba a maravilla. Me enseñó los primeros acordes, las primeras voces. Recuerdo que de niño trataba de copiar un cielo rojizo, tormentoso. Seguramente no podía darle luminosidad y mi madre que entendía mi angustia, sacó en un platito de barro un poco de leche de su seno y me la dio, para ver si mezclando su esencia con mis colores, alcanzaba la luz. Mi madre era como el pan recién salido del horno. Me dió las dos vidas que tengo. Era y sigue siendo una tierna poesía.

Mientras viva siempre te recuerdo.

Guayasamín

De “El tiempo que me ha tocado vivir”

«Madre y niño», Oswaldo Guayasamin, 1989

Obra perteneciente a la colección «La Edad de la ternura«, pintada por el artista desde 1988 hasta 1999.

Oswaldo Guayasamin nació en Quito en 1919 y falleció en 1999, dejando una obra prolífica y reconocida mundialmente por su enorme talento como artista y su activo compromiso social con los marginados y olvidados de nuestro continente. 

Sobre él dijo Pablo Neruda:

Los nombres de Orozco, Rivera, Portinari, Tamayo y Guayasamín forman la estructura andina del continente. Son altos y abundantes, crispados y ferruginosos. Caen a veces como desprendimiento o se mantienen naturalmente elevados, unidos territorialmente por la tierra y por la sangre, por la profundidad indígena. (…)

Guayasamín es uno de los últimos cruzados del imaginismo; su corazón es nutricio y figurativo, está lleno de criaturas, de dolores terrestres, de personas agobiadas, de tortura y de signos. Es un creador del hombre más espacioso, de las figuras de la vida, de la imaginación histórica. (EN: Guayasamin.org)

FUENTE: Guayasamin.org

Violeta Parra, flor chilena

Hace 94 años, el 4 de octubre de 1917, nacía en San Carlos, Chile, Violeta Parra. Hija de un profesor de música y una campesina cantora que tocaba la guitarra, se inició desde muy niña en estas artes.

Pasó su infancia en el campo junto a su familia y a los doce años compuso sus primeras canciones.

Se formó en la Escuela Normal de Santiago a la vez que su carrera musical continuaba en ascenso, componiendo música y actuando en bares, quintas, circos y salas de barrio.

Hacia 1952, por iniciativa de su hermano Nicanor Parra comenzó a recorrer distintos lugares rurales de Chile con el objetivo de recopilar su música folklórica. De esta forma Violeta profundizó y rescató la poesía y el canto popular de su tierra, elaborando una síntesis cultural chilena que permanecía hasta ese momento escondida.

Su cancionero es extensísimo y abarca coplas, tonadas, huaynos, sirillas, lamentos, refalosas, vals, cuecas, polcas.

Creo que las canciones más lindas, las más maduras (perdónenme que les diga canciones lindas habiéndolas hecho yo, pero qué quieren que les diga, soy huasa y digo las cosas sencillamente, como las siento) las canciones más enteras que he compuesto son: Gracias a la vida, Volver a los diecisiete, y Run run se fue p´ al norte. Violeta Parra. En: Violeta Parra. Décimas, canciones y cartas. Archivo Chile.

Su enorme talento y arte no quedaron sólo en la música. Violeta se destacó además como pintora, escultora, bordadora y ceramista.

A partir de 1954 hizo giras recorriendo distintos países, contactándose con artistas e intelectuales europeos, grabando discos, organizando recitales, exponiendo su obra artística tanto en Chile como en otras ciudades del mundo.

En 1964 expuso sus arpilleras y óleos en el Pabellón de Marsan, del Museo del Louvre convirtiéndose en la primera artista latinoamericana que exhibió en ese espacio individualmente.

Al respecto cuenta Alejandro Jodorowsky en una parte del prólogo del libro El maestro y las magas, editado por Sudamericana:

El Louvre es un cementerio y nosotros estamos vivos. La vida es más poderosa que la muerte. A mí, que soy tan pequeña, ese enorme edificio no me asusta. Te prometo que pronto verás ahí dentro una exposición de mis obras…

No supe si considerarla loca o aquejada de ingenua vanidad. La conocía como cantante, no como artista plástica.

Violeta contaba con muy poco dinero. Compró alambre, arpillera barata, lanas de colores, greda, algunos tubos de pintura. Y con esos humildes materiales creó tapices, cántaros, pequeñas esculturas, óleos. Eran sus propias obras, y al mismo tiempo, la expresión de un folklore chileno desaparecido en la realidad, pero atesorado en las profundidades del inconciente de mi amiga.

¡En abril de 1964, Violeta Parra inauguró su gran exposición en el Museo de Artes Decorativas, Pabellón Marsan, del Palacio del Louvre!

EN: Jodorowsky, Alejandro. La maga Violeta Parra, febrero de 2007. Archivo Chile.

En 1965 filmó un documental en Suiza sobre su obra y al regresar Chile levantó una carpa en donde hacía presentaciones musicales con sus hijos.

Para esa época Violeta había expresado:

Yo creo que todo artista debe aspirar a tener como meta el fundirse, el fundir su trabajo en el contacto directo con el público. Estoy muy contenta de haber llegado a un punto de mi trabajo en que ya no quiero ni siquiera hacer tapicería ni pintura, ni poesía, así, suelta. Me conformo con mantener la carpa y trabajar esta vez con elementos vivos, con el público cerquita de mí, al cual yo puedo sentir, tocar, hablar e incorporar a mi alma. Violeta Parra. En: Violeta Parra: décimas, canciones y cartas. Archivo Chile.

Sobre su decisión de vivir en esa carpa, Isabel Parra señaló lo siguiente:

Decía la Viola que su decisión de vivir en la carpa era un rechazo absoluto a lo convencional. Un reencuentro con la tierra. No quería saber nada de “alfombras ni de casas de brillante piso. En: Violeta Parra: décimas, canciones y cartas. Archivo Chile.

Por circunstancias que al día de hoy siguen generando diversas explicaciones el 5 de febrero de 1967 Violeta decidió quitarse la vida en esa misma carpa.

Ya no le cabían en la cabeza
los pájaros azules.
Así fue que un mediodía
de extraña luminosidad
les abrió un trágico orificio
de escapada
y los pájaros azules se fueron.
Pero le llevaron la vida.

Atahualpa Yupanqui
Febrero de 1967, Panamá

Su vida y su obra,  toda ella estuvo marcada a fuego por el amor intenso y es por ello que su canto vibra en tonos de inmensa ternura, intensidad, profundidad, lamento  y melancolía. Su voz abraza y se une al llanto del perseguido, el olvidado, el abandonado y se hace grito de resistencia en el pueblo. La voz de Violeta, su poesía es una fuerza arrolladora libertaria. 

Violeta Parra despertó y reveló para Chile y el mundo los sonidos y las tradiciones más profundas de su tierra y de su pueblo. Su obra sigue despertando conciencias. En estos tiempos en que muchos países de América Latina han decidido recuperar la memoria que incluye la voz de todos los históricamente olvidados, se levantan desde Chile los sonidos de esa tierra de cordillera y mar, de puna y glaciar, y sus voces que piden por la equidad, por el acceso a la cultura y educación pública para todo el pueblo. Ahí, en ese reclamo que es grito, dignidad y resistencia, Violeta nos vuelve a cantar:

Que vivan los estudiantes
que rugen como los vientos
cuando les meten al oído
sotanas o regimientos,
pajarillos libertarios
igual que los elementos.

Y Violeta nos canta y vuelve a bordar la historia, a modelar el precioso barro del que renacen la vida y los pueblos. ◘ Alejandra Moglia

FUENTES

Rodin y Dante: imágenes del «Infierno» en la Divina Comedia

El martes 30 de agosto se realizará la visita guiadada Rodin y Dante: imágenes del «Infierno» en la Divina Comedia, en el Museo Nacional de Bellas Artes.

La misma estará a cargo de Susana García y se enmarca en el contexto del nuevo diseño museográfico de las salas de planta baja con el objetivo de proponer otra vía de acercamiento al patrimonio del Museo.

Estas visitas se realizan una vez por mes y brindan la posibilidad de ampliar las interpretaciones sobre temas, artistas y obras.

Las próximas fechas y temáticas de este nuevo ciclo de visitas guiadas a obras destacadas del MNBA -que comenzó en julio- son las siguientes:

  • Martes 20 de septiembre

Candido López: el pincel de las batallas.
Por Marcela Reich

  • Domingo 2 de octubre

Pueyrredón y Sívori: dos miradas al desnudo.
Por Mabel Mayol

  • Sábados 12 de noviembre y 17 de diciembre

Vanitas en el arte barroco: ¿Puede el arte hacer perdurar lo fugaz?
Por Marina Bertonassi

En: Museo Nacional de Bellas Artes, 17 hs.

VER: Museo Nacional de Bellas Artes

Käthe Kollwitz

Me gustaría influir en esta época en que los seres humanos están tan perplejos y necesitados de ayuda.

Käthe Kollwitz, 1922

Käthe Kollwitz nació en Königsberg, Alemania, en 1867 .

Desarrolló sus estudios y trabajos en Berlín, Munich y, también, Florencia. Se dedicó especialmente a la gráfica y su estilo fue pasando del naturalismo al expresionismo. Trató con artistas como Max Klinger quien ejerció una profunda influencia sobre su obra. También ha recibido influencias de Edvar Munch. Hoy en día se la conoce como una de las artistas más importantes del realismo crítico.

Fue exitosa y reconocida en su época, y durante el Tercer Reich estuvo prohibida, siendo catalogada por el régimen como artista degenerada. Realizó carteles y pancartas antiguerra, sus dibujos fueron claves en los manifiestos de protesta contra el nazismo, la guerra y la opresión.

Rostros de niños hambrientos, madres desesperadas, desamparados, muerte, explotación y miseria constituyen los elementos centrales de su obra que denuncia la injusticia y la brutalidad.

Desde 1933 vivió recluída hasta su muerte, en abril de 1945, faltando muy poco para la caída de Berlín.

A través de su obra, Käthe Kollwitz le puso voz a las mujeres y a los niños de todas las guerras, convirtiéndose en la protesta y en el reclamo de todos los desamparados.

Ver:

Käthe Kollwitz Museum Köln

Käthe Kollwitz Museum Berlin