Desde la calle fría, Frank Castell

Nuevo libro del poeta cubano Frank Castell editado por Sanlope

Miguel Hernández

Vuelves, Miguel, a la vida
sin importarte que el miedo
es un animal tan ciego
como el dolor que respiras.
Nadie comprende la risa
del golpe, la tos y el hambre.
El mundo no pudo darte
una verdad menos triste.
Y fue tu canto imposible
en la voz del caminante.España, Lorca, el vacío,
una mudez, un disparo,
la tierra y el desamparo,
sangre del eterno río.
España, espejo sombrío
que te arrancó la quimera,
la madre, el hijo, la espera,
muertes de un morir profundo,
la eternidad de un segundo
lanzada sobre la hoguera.

¿Quién responde la pregunta
mortal de un pájaro herido
cuando se pierde el camino
y la muerte se desnuda?
¿Quién apuesta, quién augura
otro país, otro acierto
otra verdad, otro cielo
sin importarle el naufragio,
o el signo de algún humano
corazón desde el silencio?

Nunca apagaste la voz,
niño yuntero sin tierra
para enfrentar a la guerra
que te hizo ausente y feroz.
Nunca olvidaste que Dios
estuvo bajo tu piel,
que la verdad siempre es fiel
y la vida incierta y corta.
Tú vives, ya nada importa.
Eres eterno, Miguel.

© Frank Castell

En: «Final del día», Editorial Sanlope, Las Tunas, Cuba, 2012

Voz: María García Esperón

VER: Final del día, el nuevo libro de Frank Castell. En: Voz y Mirada

Ansias, Frank Castell

I
Hasta los pájaros ansían libertad. No por la simpleza del vuelo, ni por la música del árbol. Están en el límite de su desesperanza, sin libertad ni espíritu. Son los pájaros los verdaderos signos de la soledad. Ellos me recuerdan el dolor.

II

Así de simples son los días, escribir, soñar, volver y volver a mi pasado, al seno de mi madre que llora por el hijo pródigo. No ansío esa libertad de oveja sin rebaño, ni cielo, ni música, porque los pájaros, dibujos de mi muerte, permiten que el futuro asome en el silencio. Hay estaciones limpias donde los pájaros buscan esa franja etérea, pero todo es una parodia, un amuleto falso que se diluye en el color fino y desolado de la libertad.

(c) Frank Castell

Recita María García Esperón

Frank Castell

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