Vuelves, Miguel, a la vida sin importarte que el miedo es un animal tan ciego como el dolor que respiras. Nadie comprende la risa del golpe, la tos y el hambre. El mundo no pudo darte una verdad menos triste. Y fue tu canto imposible en la voz del caminante.España, Lorca, el vacío, una mudez, un disparo, la tierra y el desamparo, sangre del eterno río. España, espejo sombrío que te arrancó la quimera, la madre, el hijo, la espera, muertes de un morir profundo, la eternidad de un segundo lanzada sobre la hoguera.
¿Quién responde la pregunta mortal de un pájaro herido cuando se pierde el camino y la muerte se desnuda? ¿Quién apuesta, quién augura otro país, otro acierto otra verdad, otro cielo sin importarle el naufragio, o el signo de algún humano corazón desde el silencio?
Nunca apagaste la voz, niño yuntero sin tierra para enfrentar a la guerra que te hizo ausente y feroz. Nunca olvidaste que Dios estuvo bajo tu piel, que la verdad siempre es fiel y la vida incierta y corta. Tú vives, ya nada importa. Eres eterno, Miguel.
Duerme duerme negrito Que tu mama ‘ta en el campo negrito Duerme duerme mobila Que tu mama ‘ta en el campo mobila
Te va trae’ codornices para ti Te va trae’ rica fruta para ti Te va trae’ carne de cerdo para ti Te va trae’ muchas cosas para ti Y si negro no se duerme Viene el diablo blanco y zas! … Le come la patita chicapumba Chicapumba apumba chicapum …
Duerme duerme negrito Que tu mama ‘ta en el campo negrito
Trabajando Trabajando duramente Trabajando si Trabajando y va de luto Trabajando si
Trabajando y no le pagan Trabajando si
Trabajando y va tosiendo Trabajando si
Pa’l negrito chiquitito Pa’l negrito si
Trabajando si Trabajando si
Duerme duerme negrito Que tu mama ‘ta en el campo negrito
I Hasta los pájaros ansían libertad. No por la simpleza del vuelo, ni por la música del árbol. Están en el límite de su desesperanza, sin libertad ni espíritu. Son los pájaros los verdaderos signos de la soledad. Ellos me recuerdan el dolor.
II
Así de simples son los días, escribir, soñar, volver y volver a mi pasado, al seno de mi madre que llora por el hijo pródigo. No ansío esa libertad de oveja sin rebaño, ni cielo, ni música, porque los pájaros, dibujos de mi muerte, permiten que el futuro asome en el silencio. Hay estaciones limpias donde los pájaros buscan esa franja etérea, pero todo es una parodia, un amuleto falso que se diluye en el color fino y desolado de la libertad.
Los gatos que miran a los pájaros tienen ojos que piensan los pájaros que miran a los gatos tienen ojos que dudan los míos se cierran para meditar sobre los milagros.
Francis Picabia
De: Oui non, PAB
Canta: Antony Hegarty
Breton, André – […y otros]. La poesía surrealista. Antología. Buenos Aires: Centro Editor de América Latina, 1980
Hoy, a las 18 hs., se proyectará la película dirigida por Tristán Bauer «Che, un hombre nuevo«, en el Espacio Memoria y Derechos Humanos (Ex ESMA).
El Ente Público del «Espacio Memoria y Derechos Humanos — ex ESMA» los invita a participar del homenaje que se realizará a Ernesto «Che» Guevara el sábado 8 de octubre a las 18:00 horas en Av. del Libertador 8151, con la proyección, al aire libre y en pantalla gigante, de la película «Che, un hombre nuevo», dirigida por Tristán Bauer.
El film ha recibido el Premio al Mejor Film Documental -otorgado por el voto del público- en el Festival Internacional de Cine 2010 de Montreal.
Forman parte de su producción la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM), el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA), el Centro de Estudios Che Guevara e ICAIC, de Cuba y Golem Distribución, de España.
Camilo Guevara, hijo del Che, señaló a la prensa:
«el film de Bauer es el mejor documental realizado sobre mi padre».
La realización de esta biografía le llevó a Tristán Bauer y su equipo 12 años de ardua e intensa labor y se construye a partir de una enorme cantidad de materiales que incluye archivos de imagen y sonido nunca vistos con anterioridad y que a partir de la película llegan a todo el mundo.
En el film pueden escucharse canciones de Daniel Viglietti, Carlos Puebla y Alfredo Zitarrosa.
En relación a la dificultad de sintetizar 39 años de la vida del Che, Tristán Bauer señaló:
Y uno hace un recorte. No es que se propone hacer una síntesis sino que determina un camino, busca una línea de narración y trata de moverse dentro de esos ejes. Bajo ningún motivo yo pienso que ésta sea la película del Che, o una síntesis de esos 39 años. Sería imposible. Yo creo que es nuestra mirada hecha desde el rigor histórico y desde una valoración hacia la figura del Che. (En: Página/12)
También dijo:
Fue hermoso recorrer de la mano de Ernestito esos paisajes, esos lugares y ver la sorpresa en los campesinos cuando descubrían que quien nos acompañaba y nos guiaba era el hijo del Che. Algunos lucharon con él, otros eran hijos o sobrinos de los que lucharon. Y desde lo paisajístico es un lugar muy bello. Hicimos todo a lomo de mula y caminando. Fue una experiencia maravillosa y conmovedora desde todo punto de vista.
Los años pasan, sí, la vida no; el mundo estalla hermoso alrededor. Si el corazón mortal me deja de latir, en ese instante hay quien saltó a vivir.
Los años pasan, sí, el fuego no: el fuego volverá en los hijos del sol. Si el pecho se apagó, por un soplo senil, el gran incendio acudirá en cien mil.
Hay quien precisa una canción de amor; hay quien precisa un canto de amistad; hay quien precisa remontarse al sol para cantar la mayor libertad.
Hay quien precisa una canción de paz; hay quien precisa el canto de un fusil; hay quien precisa una evidencia más para tener la razón de vivir.
Los años pasan, sí, lo bello está; lo bello está invitando a irlo a tomar. Si el sueño envejeció, fue triste para él: lo bello nunca más será de aquel.
Silvio Rodríguez
Cánteme es un disco de la Schola Cantorum Coralina dirigida por Alina Orraca y producida por el sello Unicornio de Producciones Abdala es un homenaje al cantautor y poeta Silvio Rodríguez.
Cánteme es una de las propuestas más hermosas que sobre la obra del gran Silvio Rodríguez han aparecido, donde las imágenes poéticas se funden con las musicales, donde las voces, en su contrapunto, emiten esa luz que solo la música que sale del corazón sabe dar. Contar con este CD es un privilegio para el conocedor de la obra de Silvio en cualquier parte del mundo y una exquisita manera de adentrarse en ese halo de esencia vital. (En: Silvio Rodriguez – Trovador)
Tengo del Rin, del Ródano, del Ebro, tengo los ojos llenos; tengo del Tíber y del Támesis, tengo del Volga, del Danubio, tengo los ojos llenos.
Pero yo sé que el Plata, pero yo sé que el Amazonas baña; pero yo sé que el Mississippi, pero yo sé que el Magdalena baña; yo sé que el Almendares, pero yo sé que el San Lorenzo baña; yo sé que el Orinoco, pero yo sé que bañan tierras de amargo limo donde mi voz florece y lentos bosques presos en sangrientas raíces. ¡Bebo en tu copa, América, en tu copa de estaño, anchos ríos de lágrimas!
Dejad, dejadme, dejadme ahora junto al agua.
Nicolás Guillén
Guillén, Nicolás. La paloma de vuelo popular: elegías. Buenos Aires: Losada, 1958
Amo la voz de Pablo Milanés y sus canciones. Como todos sus temas, éste contiene una poética de gran belleza que, en esta ocasión, se acentúa con el acompañamiento de Mercedes Sosa.
La soledad es un pájaro grande multicolor que ya no tiene alas para volar y cada nuevo intento da más dolor.
La soledad anida en la garganta para esperar el grito que se arranca con su cantar cuando llega el silencio del desamor.
La soledad a veces tiene ganas de acompañar el rostro que recuerda mal aquel amor que nunca fue para soñar.
La soledad inventa la más bella aparición remueve los rincones del corazón para quedarse sola la soledad… con su niñez su mocedad con su vejez para llorar para morir en soledad…
Por esta libertad de canción bajo la lluvia habrá que darlo todo
Por esta libertad de estar estrechamente atados a la firme y dulce entraña del pueblo habrá que darlo todo Por esta libertad de girasol abierto en el alba de fábricas encendidas y escuelas iluminadas y de esta tierra que cruje y niño que despierta habrá que darlo todo No hay alternativa sino la libertad No hay más camino que la libertad No hay otra patria que la libertad No habrá más poema sin la violenta música de la libertad
Por esta libertad que es el terror de los que siempre la violaron en nombre de fastuosas miserias Por esta libertad que es la noche de los opresores y el alba definitiva de todo el pueblo ya invencible. Por esta libertad que alumbra las pupilas hundidas los pies descalzos los techos agujereados y los ojos de los niños que deambulan en el polvo Por esta libertad que es el imperio de la juventud Por esta libertad bella como la vida habrá que darlo todo si fuere necesario hasta la sombra y nunca será suficiente.
Si no puedes dormir levántate y navega. Si aún no sabes morir sigue aprendiendo a amar. La madrugada no cierra tu mundo: afuera hay estrellas, hospitales, enormes maquinarias que no duermen. Afuera están tu sopa, el almacén que nutre tus sentidos el viento de tu ciudad. Levántate y enciende las turbinas de tu alma, no te canses de caminar por todas partes, anota las últimas inmundicias que le quedaron a tu tierra, pues todo se transforma y ya no tendrás ojos para el horror abolido.
Levántate y multiplica las ventanas, escupe en el rostro de los incrédulos: para ellos todo verdor no es más que herrumbre. Dispara tu lengua de vencedor, no sólo esperes la mesa tranquila mientras en otros sitios del mundo chillan los asesinos.
Si no puede soñar golpea los baúles polvorientos. Si aún no sabes vivir no enseñes a vivir en vano. Tritura la realidad, rómpete los zapatos auscultando las calles, no des limosnas. Levántate y ayuda al mundo a despertar.
Filosofía del optimista
El optimista se sentó a la mesa, miró a su alrededor y se sirvió un poco de lo poco que halló. Le dijeron que había demasiado nada (en realidad había pocomucho) pero él devoró su ración sin hacer comentarios, abrió el periódico, se fumó su café y acabó de cenar en paz. Pensó: tengo derecho a comer con alegría lo pocomucho que me gano mientras llega la abundancia. Sin embargo seguían hablando de todo lo que no hay no hay no hay no hay. No hay esto ni lo otro. Pero el optimista se levantó en silencio y otra vez recordó aquellos años en que sólo comió lágrimas. No había nadie para decirle no hay sopa o bistec o tome un pedazo de pan duro para el perro de su hambre, pero jamás de sus dientes salieron discursos. Y ahora estaba satisfecho de la cena frugal. El hombre salió a la calle y echó a andar mientras silbaba. Las luces eléctricas le recordaron el porvenir